Tras investigaciones, se descarta teoría inicial y se revela crimen ocultado como autolesión.
El pasado 23 de marzo, la comunidad del corregimiento de Guachaca fue conmocionada por el trágico descubrimiento del cuerpo sin vida de Katherin Gisseth Higuita Banquez. Inicialmente, las autoridades manejaron la hipótesis de un suicidio, sugiriendo que la joven mujer se había quitado la vida colgándose de un árbol.
Sin embargo, la firme insistencia de la familia de Katherin, en especial de su madre, quien demandó una investigación a fondo del caso, cambió el curso de los acontecimientos. La progenitora afirmó que su hija era una persona alegre y sin problemas evidentes que justificaran una decisión tan extrema.
La presión ejercida por la familia condujo a que se practicara una necropsia, revelando resultados que desafiaron la narrativa inicial. Contrario a la versión oficial, Katherin no había tomado su propia vida; había sido víctima de un feminicidio.
Las primeras investigaciones apuntaron hacia la pareja de la víctima como principal sospechoso. Según los informes, el hombre había intentado simular el suicidio de Katherin para encubrir su brutal crimen. Ante las pruebas acumuladas, las autoridades procedieron a su captura y posteriormente fue enviado a prisión.
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