Luego que el Dadsa se pronunciará el día de ayer por medio de una publicación sobre la prohibición de los turbos en Santa Marta, por medio del artículo 44 del decreto 948 de 1995. Hoy los propietarios, Djs y algunos ciudadanos, rechazan por completo el mencionado decreto, debido a que por más de 50 de años llevan con esta cultura picoteril en Santa Marta.
Según administradores de algunos establecimientos, mencionaron que todo esto se revolvió luego de una denuncia pública hecha en W r∆dio, medio de comunicación de la ciudad de Bogotá, el cual lo hizo un ciudadano que al parecer nunca había residido en los alrededores del barrio Pescaito, sector dónde más se encuentran los famosos patios rumberos.
Logramos dialogar con algunas personas de la cultura y esto nos comentaron.
“Nosotros llevamos alegrías y las mejores rumbas en nuestra ciudad, son años con esta cultura, y además de ser cultura también generamos ingresos a cientos de Samarios”, mencionó Hernán Ariza, propietario del turbo Sound Power.
“Tenemos un grupo por medio de WhatsApp, dónde nos estamos comprometiendo con mejorar las inquietudes de algunos ciudadanos. Por ejemplo, nos comprometimos que hasta cierta hora el volumen debe ser menor para no interrumpir el sueño”, mencionó Cristian Martinez, Dj de la súper máquina R9.
Hace pocos minutos se conoció que el señor Fidel Mozo, Presidente de la Asociación de Comerciantes, logró obtener una llamada con un personal del distrito de la ciudad, y resaltaron que no se decomisaran los Turbos, siempre y cuando no pasen los decibeles en los establecimientos.
La capital del Magdalena amaneció en tendencia, debido a que algunos rechazan y otros se llenan de alegría con el fin de acabar con esta cultura.
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