Las autoridades los identificaron como Miguel Segundo Coronado Reyes, Alex Junior Cueto García, Jonathan Alexander Cárdenas Acosta, María José Garrido Cortes, Diomar Moisés Martínez Varela y Johan Manuel Rugeles Peña.
Sus capturas se materializaron en los alrededores del alma mater, donde delinquían comercializando sustancias alucinógenas en pequeñas y grandes cantidades.
Según información conocida, los mencionados le vendían a los estudiantes los llamados ‘Brownie Felices’. Ahora deberán responder por los delitos de concierto para delinquir y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.