El menor duró esperando cinco horas una ambulancia que lo trasladara hasta una clínica de mayor nivel en la ciudad de Valledupar.
En el municipio de Pivijay y en todo el Magdalena hay consternación por la decisión lamentable que tomó un menor de 12 años durante la mañana de este viernes de accionar un arma de fuego de su papá contra su humanidad.
Los hechos ocurrieron al interior de su vivienda ubicada en el corregimiento de La Avianca, área rural de Pivijay, después de que la progenitora del pequeño salió a echarle un vistazo a unos terneros y lo dejó solo en su habitación.
El departamento de Policia Magdalena informó que el menor buscó un arma de fuego que su papá mantenía guardada y por circunstancias que están siendo investigadas por la Sijín en articulación con la Fiscalía, se propinó un disparo en la cabeza.
“Una vez su mamá regresa a la casa lo encuentra sobre el suelo y con el arma de fuego a un lado. De inmediato empieza a dar gritos y alerta a todos sus vecinos, quienes la ayudan a socorrer al niño”, dijeron habitantes de La Avianca.
El pequeño en el menor tiempo posible fue llevado hasta la sala de urgencias del hospital de San Rafael del municipio vecino de Fundación, en donde los médicos de turno, pese al delicado estado de salud, estabilizaron sus signos vitales.
No obstante, el afectado necesitaba un traslado urgente hacia un centro asistencial de mayor nivel. Por ello, iniciaron los trámites correspondientes a través de su EPS y después de varias horas, una clínica de Valledupar aceptó recibirlo.
Pero allí empezó el ‘dolor de cabeza’ para su familia, teniendo en cuenta que no había una ambulancia adecuada para llevar al menor hasta la capital del Cesar y le cobraban a su familia $6.000.000 para hacerlo.
Cuando se pudo dar el traslado del niño, el paramédicos y el médico que lo acompañaban hacia Valledupar, informaron que había perdido la vida a causa de un paro cardiorrespiratorio.