La visión inicial de Carlos Caicedo ha sido continuada por el gobierno de Rafael Martínez, con un progreso de más del 90% en las obras de los hospitales de Fundación y Ciénaga, y el comienzo de la construcción del Hospital de El Retén y ocho centros de salud adicionales. Además, se están llevando a cabo procesos de licitación para la construcción de nuevos hospitales en Pijiño y San Zenón.
Los Gobiernos del Cambio están comprometidos con dignificar la vida de los magdalenenses, avanzando en la construcción de ocho puestos y centros de salud en varios municipios del departamento, así como en mejoras para el Hospital San Rafael de Fundación y el Hospital San Cristóbal de Ciénaga.
Durante el mandato de Carlos Caicedo se diseñaron y financiaron proyectos para renovar la infraestructura sanitaria del Magdalena, ahora en proceso de ejecución bajo la supervisión del gobernador Rafael Martínez. Esto incluye la modernización de servicios en el hospital de Fundación, como rehabilitación, imagenología, cardiología, urgencias, hospitalización y consulta externa.
Efraín Vargas, secretario de Infraestructura departamental, subraya la importancia de continuar con la construcción de centros y puestos de salud para mejorar la atención en el departamento.
Los esfuerzos por mejorar la salud pública en el Magdalena están revirtiendo un escenario de desatención y saqueo por parte de politiqueros, con resultados tangibles como el avance del 91% en los trabajos del hospital San Cristóbal de Ciénaga.
Por otro lado, la construcción del Hospital de El Retén, con una inversión superior a los 14 mil millones de pesos, beneficiará a los cerca de 20 mil habitantes de ese municipio, demostrando el compromiso del gobierno con la salud de la población.
Se han iniciado trabajos de construcción para centros y puestos de salud en diversos municipios del departamento, con el objetivo de brindar acceso a servicios de salud gratuitos y dignos a los magdalenenses.
Estas acciones forman parte de los Resultados del Cambio, que buscan superar los índices de pobreza en el Magdalena y ofrecer una mayor dignidad a sus habitantes, ratificando el compromiso adquirido por Caicedo y continuado por Rafael Martínez.