En la sesión ordinaria de ayer 15 de octubre, el concejo de Santa Marta volvió a ser escenario de intensas discusiones sobre la inversión de más de 7,000 millones de pesos destinados a los colegios Quinto Centenario y Aluna. Este contrato fue otorgado al pastor Ángel Flórez, quien al parecer fue sitado y no asistió al recinto.
Durante más de cuatro horas, los concejales protagonizaron un verdadero espectáculo de intercambios acalorados y faltas de respeto. Funcionarios de la alcaldía y concejalas se vieron envueltos en un intercambio de acusaciones, una situación que se ha vuelto recurrente en estas sesiones.
Los concejales Wiston Vargas y Miguel Martínez expresaron su descontento, señalando que el presidente del concejo, José Manuel Mozo Blanco y otros concejales, intentan silenciarlos. Ambos insisten en que son los únicos que buscan que la ciudadanía conozca la verdad sobre la administración de esos fondos.
“Lo que hemos denunciado pone en riesgo la educación de 3,000 niños. El pastor Flórez ya recibió dos pagos de 1,590 millones cada uno. Pregunté por los detalles de esos pagos y no obtuve respuesta”, declaró Vargas.
Por su parte, Martínez cuestionó la ética de la administración al señalar que contratos de esta magnitud se otorgan a familiares de concejales, quienes son responsables del control político. “Si todo estuviera bien, el pastor habría venido a defender el contrato de 7,200 millones. Los hijos de ustedes, los concejales, no estudian en el colegio Aluna o en el Quinto Centenario. Pongan a estudiar ahí si tan bueno les parece; saquen a sus hijos del colegio Bureche. ¿En qué colegio estudian sus hijos, concejal Chema Mozo?”, continuó Martínez.
En respuesta, el concejal Mozo, respondió rápidamente diciendo “No es una pregunta particular, por favor no personalices el debate. Date cuenta de que le dimos la oportunidad porque queremos que expreses qué es lo que tú piensas de la educación. Vamos bacano, todo bien, exprésate como debe ser”.
La tensión alcanzó su punto máximo cuando Martínez confrontó a Mozo sobre su papel en la defensa de los funcionarios. “Usted calla cuando nos atacan a nosotros, pero se indigna cuando se toca a su gente”, sostuvo.
Lo que más sorprende es que Martínez volvió a reiterar que la mayoría de los concejales forman parte de una supuesta bancada del alcalde Carlos Pinedo Cuello, y que solo él y Vargas están verdaderamente vigilando el uso adecuado de los recursos públicos en beneficio de los samarios.
Un ciudadano que estuvo presente en las barras del recinto, que prefirió no revelar su nombre, comentó: “Ese dinero quedó en malas manos. Los samarios debemos despertar; nuestros recursos se están malgastando, y los concejales no están haciendo nada”.