En un paso decisivo hacia el fortalecimiento de la economía solidaria en el departamento de La Guajira, la Unidad Solidaria respaldó la formalización de cuatro asociaciones agropecuarias lideradas por mujeres emprendedoras del municipio de Dibulla.
Este proceso, que culminó con el registro legal de las organizaciones ante la Cámara de Comercio, marca un hito en el desarrollo económico de estas comunidades rurales. Las asociaciones, conformadas por mujeres que han trabajado en iniciativas productivas con enfoque agropecuario y comunitario, ahora cuentan con personería jurídica, lo que les permitirá acceder a nuevos mercados, gestionar recursos y fortalecer sus proyectos de desarrollo rural.

“Este circuito combina la tradición agrícola con la innovación agroindustrial, promoviendo un modelo de economía solidaria para enfrentar los desafíos que afectan la sostenibilidad y el crecimiento de las comunidades rurales de Dibulla”, explicó la entidad en el marco del proceso.
Gracias al acompañamiento técnico y jurídico de la Unidad Solidaria, las emprendedoras superaron los requisitos legales necesarios para formalizar sus organizaciones, lo que representa una puerta abierta a nuevas oportunidades y al reconocimiento del valor del trabajo colectivo femenino en el campo.
Desde la entidad destacaron que este avance no solo fortalece las capacidades productivas locales, sino que también contribuye a consolidar una economía inclusiva que reconozca y respalde el liderazgo de las mujeres campesinas.
La comunidad de Dibulla celebró el logro como un ejemplo claro del impacto que puede generar la articulación entre las instituciones del Estado y las organizaciones sociales. La esperanza de un desarrollo más equitativo y sostenible empieza a tomar forma desde las bases.
Aun así, los retos persisten. Las asociaciones deberán enfrentar desafíos como el limitado acceso a mercados, los efectos del cambio climático (sequías e inundaciones), la falta de tecnología para transformar productos y la dependencia de la venta de materias primas sin procesar. Estos obstáculos exigen no solo el respaldo del Estado, sino también el fortalecimiento de los lazos solidarios entre los miembros de estas organizaciones.
En este contexto, los medios de producción entregados por la Unidad Solidaria son de uso colectivo, lo que refleja el compromiso institucional con un modelo basado en la solidaridad, la equidad y la gestión compartida.