
La actriz y escritora estadounidense llegó a la ciudad más antigua de Colombia mientras esta celebra su aniversario y las tradicionales Fiestas del Mar. Su presencia ha despertado nostalgia y curiosidad entre los samarios.
En una esquina soleada de la historia y la nostalgia, Santa Marta —la ciudad más antigua de Colombia— celebra cinco siglos de existencia. Y como si el tiempo también trajera de vuelta memorias de infancia, entre los visitantes que caminan por la bahía aparece una figura inesperada: Mara Elizabeth Wilson, la actriz que dio vida a Matilda en la recordada película de 1996.
A sus 38 años, Wilson ha dejado atrás los reflectores de Hollywood para centrarse en su carrera como escritora, aunque su rostro permanece grabado en la memoria de millones que crecieron viéndola mover objetos con la mente y desafiar al mundo adulto con ternura e inteligencia. Hoy, su imagen, mucho más serena y alejada del cine, se funde con el ambiente festivo que envuelve a Santa Marta, en plena conmemoración de sus 500 años y de la tradicional Fiesta del Mar, una de las celebraciones culturales más importantes del Caribe colombiano.
Wilson llegó esta semana acompañada de familiares y se hospeda en uno de los hoteles más exclusivos de la ciudad. Su itinerario ha incluido caminatas por el centro histórico, visitas a la bahía, paseos ecológicos y encuentros discretos con artistas locales. Aunque no ha ofrecido declaraciones públicas, su presencia no ha pasado desapercibida para quienes, al reconocerla, reviven con asombro una parte esencial de su infancia.
Durante sus recorridos, samarios y turistas no perdieron la oportunidad de acercarse para saludarla, agradecerle por los recuerdos que dejó en la pantalla y tomarse fotografías con ella. Las imágenes compartidas en redes sociales rápidamente generaron reacciones de asombro y nostalgia, viralizando su inesperada visita.
La Fiesta del Mar, que este año se celebra en el marco de los 500 años de fundación de Santa Marta, ofrece desfiles náuticos, ferias gastronómicas, conciertos, muestras folclóricas y actividades académicas que resaltan el valor histórico y patrimonial de la ciudad. En este contexto, la llegada de una figura internacional como Mara Elizabeth Wilson no solo le da un matiz inesperado a la celebración, sino que también proyecta a Santa Marta como destino cultural y emocional para nuevas generaciones.
En un momento en que la ciudad se muestra al país y al mundo con orgullo por su legado y su futuro, la visita de Wilson añade una capa simbólica a la celebración: la de una generación que también festeja la permanencia de sus propias historias. Santa Marta, que ha visto pasar conquistadores, poetas, libertadores y músicos, ahora también recibe a una actriz que, sin proponérselo, encarna una época del cine, la infancia y la imaginación.



