Luego de ser citado en 11 ocasiones, el secretario de Cultura de Santa Marta, Darío José Linero Mejía, finalmente acudió hoy al Concejo Distrital para rendir cuentas sobre el destino de los recursos invertidos en las Fiestas del Mar 2024. En su intervención, Linero Mejía aclaró que el monto destinado al evento no fue de 7.500 millones de pesos, como se había señalado, sino de 6.800 millones y que la mayoría de los contratados fueron empresas locales.
Sin embargo, su intervención fue duramente criticada por los concejales Miguel Martínez y Wiston Vargas, quienes la calificaron como un “discursito” y argumentaron que no se había aclarado de manera suficiente el uso específico de cada peso que se gastó. Uno de los puntos más cuestionados fue el pago de 1.000 millones de pesos al cantante Silvestre Dangond, lo que generó indignación entre los dos concejales. “Es un gasto innecesario cuando hay tantas necesidades prioritarias en la ciudad”, declaró el concejal Martínez, en referencia a las carencias que enfrenta Santa Marta en sectores como agua, salud, educación y alcantarillado.
La sesión, marcada por tensiones y enfrentamientos verbales, como ha venido ocurriendo, se desvió en varias ocasiones. A pesar de las preguntas pendientes sobre el uso de los recursos, el debate derivó en acusaciones e insultos entre algunos de los concejales, y algunas respuestas quedaron sin resolver por parte del secretario Linero Mejía.
Por otro lado, los concejales Vargas y Martínez, quienes lideran el control político de esta investigación, reiteraron su compromiso de denunciar públicamente lo que consideran como irregularidades en el manejo de los recursos. A través de la transmisión en vivo del Concejo, samarios continuaron criticando la preferencia del concejal y presidente José Mozo hacia aquellos que presuntamente respaldan sus decisiones en el pleno.
Durante la intervención, el concejal Juan Carlos Esmeral proyectó un video en el que se muestra a Miguel Martínez al parecer celebrando la victoria de Carlos Pinedo Cuello en las elecciones, una maniobra que, según Martínez, tenía como fin distraer a los asistentes y desviar la atención del debate sobre el dinero de los recursos públicos. “Lo lograron; desviaron el debate del dinero de los samarios. Aquí antes de ser citado el secretario se dijo que queríamos que diera el detalle de cada centavo que fue destinado para las fiestas”, concluyó Martínez, visiblemente molesto.
Entre cuestionamientos y tensiones, la comunidad samaria sigue sin respuestas claras sobre el destino de los fondos de las Fiestas del Mar y se pregunta por qué el secretario de Cultura se excusó en más de 10 ocasiones antes de presentar un informe considerado insuficiente. La situación deja a los ciudadanos con dudas sobre la transparencia en el uso de sus recursos y en espera de una mayor claridad.