En las comunidades de El Molino, Brisas del Río y Medellín, ubicadas en Julio Zawady, en la Zona Bananera, en el departamento del Magdalena, el camino hacia la escuela es una verdadera prueba de valentía para decenas de niños. Cada día, deben cruzar una quebrada con corrientes peligrosas, arriesgando su integridad para ejercer su derecho a la educación.
Los padres y habitantes de estas zonas rurales han alzado la voz, exigiendo soluciones inmediatas a la administración municipal. Su principal solicitud: la construcción de un puente que garantice la seguridad de los estudiantes y demás peatones.
“Es desesperante ver a los niños enfrentarse a esta situación todos los días. A veces tienen que esperar horas a que baje el nivel del agua, pero cuando llueve no tienen opción y buscan rutas más peligrosas”, expresó Laura Pacheco, madre de uno de los menores afectados.
La falta de infraestructura no solo pone en peligro a los estudiantes, sino que también afecta la continuidad de su educación. Durante la temporada de lluvias, muchos niños se ven obligados a faltar a clases debido a la creciente de la quebrada, un problema que persiste sin atención gubernamental.
La comunidad ha dirigido su llamado a la alcaldesa de Zona Bananera, Clareth Margarita Olaya Jiménez, instándola a priorizar esta obra. “Es increíble que aún no se haya gestionado un proyecto tan básico y necesario. Se están poniendo en riesgo vidas por falta de voluntad política”, agregó un líder comunitario.
Mientras tanto, los habitantes no pierden la esperanza de que su situación sea atendida. Más allá de un puente, lo que piden es dignidad y seguridad para sus hijos, quienes día a día enfrentan una lucha desigual por algo que debería ser sencillo: llegar a la escuela.