Es lamentable constatar el estado actual del Río Manzanares, que continúa siendo un basurero para muchos habitantes de Santa Marta. Las sorprendentes cantidades de desechos sólidos arrojados por los residentes de la zona reflejan una falta de conciencia ciudadana que afecta gravemente al entorno natural.
El bajo nivel del cauce impide que la suciedad se aleje de las inmediaciones de la reserva natural, dejando a la vista montañas de desperdicios que incluyen desde plásticos hasta electrodomésticos abandonados. Esta acumulación de basura no solo afecta la estética de la región, sino que también amenaza con una calamidad ambiental.
La imagen desoladora revela la falta de aprecio por la naturaleza que rodea a los samarios, poniendo en riesgo un afluente que ha beneficiado a la comunidad a lo largo de sus 18 kilómetros. Con la inminente llegada de las lluvias, la proporción de basura podría aumentar, causando más daño al río.
El Río Manzanares, tristemente apodado “la cloaca municipal”, soporta más de 500 toneladas de basura en este sector, mientras las autoridades distritales y ambientales parecen ignorar la situación. La comunidad hace un llamado urgente para que se tomen medidas pertinentes y se proteja este importante afluente.