El 7 de diciembre, en un pasillo solitario del Hospital San Cristóbal de Ciénaga, un paciente fue sorprendido por la repentina aparición de una monja.
En cuestión de segundos, la misteriosa figura desapareció sin dejar rastro, dejando al testigo en un estado de miedo al experimentar un encuentro inusual con lo que podría ser un fantasma.
Según los médicos y el personal, la misteriosa monja ha aparecido repetidamente en varios rincones del centro médico.
Sus apariciones no se limitaron simplemente a caminar, también se dice que visitó a varios pacientes que experimentaron mejoras milagrosas gracias a ella.
Sin embargo, resaltaron que su lugar favorito era donde descansaban los residentes, creando así un ambiente de curiosidad y admiración en el hospital.